SE BUSCA TALENTO «COMPROMETIDO»

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“Ante la adversidad, el compromiso”

Decir a estas alturas que el talento es el mayor activo con el que cuenta una organización en esta era del conocimiento, o del aprendizaje, o precisamente denominada “Talentismo” (Juan Carlos Cubeiro, 2012) puede parecer ya una obviedad. Pero si aún no nos habíamos  terminado de dar cuenta, la situación creada a raíz de la pandemia provocada por la COVID-19, no va a dejar un resquicio de duda. Y esto es así, porque siempre es en los momentos difíciles donde la fortaleza de una relación se pone a prueba, sea esta personal o profesional.

Para salir de esta crisis necesitamos talento, pero talento COMPROMETIDO.

Desde nuestra posición como consultores en atracción y fidelización del talento, lo seguimos comprobando día a día, y si cabe, actualmente más que nunca. Ahora que nuestros equipos llevan meses trabajando desde casa, muchos de ellos en situaciones de ERTE parcial o total… y cada uno de nosotros,  tratando de dar soluciones a los enormes retos que estamos enfrentando día a día.

Todas las empresas necesitan contar entre sus filas con el mejor talento que puedan atraer, y una vez logrado este primer paso, han de trabajar por vincular ese talento al  proyecto empresarial, en aras de lograr su máxima implicación. Si como dice nuevamente Juan Carlos Cubeiro, “el compromiso es la energía que le ponemos a un proyecto”, necesitamos que las personas dediquen gran parte de la misma a su trabajo, logrando que den lo mejor de ellas mismas. Ahora más que nunca.

¿CÓMO LOGRAR ESTOS DOS GRANDES HITOS: ATRAER Y COMPROMETER AL TALENTO?

La atracción (a diferencia de la mera selección) implica entender que debe existir una sintonía mutua entre la empresa y el candidato. Uno de los aspectos más relevantes para que se produzca ese compromiso posterior, es que exista una afinidad clara entre los valores de la compañía y los del aspirante. Es el denominado culture fit o ajuste cultura-valores entre empresa y profesional.

Dada la importancia de este aspecto, en Brandty estamos certificados en selecciónXvalores según el Modelo Triaxial de Simon Dolan, el mayor experto mundial en esta materia. Este autor ha identificado en múltiples estudios realizados a lo largo de todo el mundo, que las personas se “desenganchan” de la empresa (más del 50% de los profesionales están en esta situación a nivel mundial) debido a la falta de alineación en valores con su compañía.

Así pues, en nuestros procesos de selección, además de evaluar conocimientos y  competencias, incorporamos los valores para medir ese grado de ajuste que debe existir entre la cultura predominante en la empresa (valores económico-pragmáticos, emocionales y/o ético-sociales según el  mencionado modelo de  Simon Dolan) y los propios del candidato.

Y una vez que hemos logrado atraer ese talento de antemano comprometido con nuestro proyecto y alineando en valores, hemos de fortalecer esos lazos logrando la fidelización del mismo.

El otro aspecto relevante ahora, puede englobarse bajo el término de “employee experience”, “talent experience” o experiencia del empleado;  Cómo evalúa el colaborador, en términos globales, la experiencia de trabajar en una determinada empresa.

¿DE QUÉ DEPENDE EL COMPROMISO DEL EMPLEADO Y EL PODER GENERAR LA MEJOR EXPERIENCIA DE EMPLEADO?

De convertirnos en un excelente lugar para trabajar, es decir, desarrollar una estrategia de «employer branding» que sitúe al empleado en el centro; el desarrollo de una propuesta de valor al talento que responda a las necesidades y expectativa de este, y que por ende, aumente su grado de compromiso e implicación con la compañía.

Este compromiso e implicación va a depender de múltiples aspectos, de los cuales los más relevantes son:

  • El liderazgo.- Diversos estudios ponen de manifiesto que más del 70% de las personas que dejan de forma voluntaria una empresa, lo hacen por una mala relación con su manager directo. Este dato, junto al de que España ocupa el puesto número 26 de la OCDE según el World Economic Forum en calidad directiva, nos debe alertar sobre la necesidad de formar a los futuros líderes. El coaching ejecutivo es la herramienta por excelencia para mejorar las competencias de liderazgo que todo directiv@ debe poseer.
  • La cultura.- Ya hemos hablado de la relevancia de los valores, que son la base de la cultura una empresa. La cultura expresa la forma en que se hacen las cosas en una compañía y lo que es importante para ella. Las nuevas generaciones, millennials y centennials, aspiran a trabajar en culturas menos jerárquicas y más flexibles, que otorgan autonomía al empleado, basadas en la confianza y la meritocracia, ágiles, diversas e inclusivas, transparentes y orientadas a objetivos. Se acabó también,  la cultura de “calentar la silla”, para pasar a otra donde el trabajo en equipo y el cumplimiento de los objetivos son la medida de la implicación y, nuevamente, del grado de compromiso.

Hablando de valores y cultura, la confianza es el “metavalor” en el modelo de Simon Dolan, es el valor supremo. En estos tiempos de  teletrabajo, la confianza se ha puesto a prueba. En las culturas de confianza y orientación a objetivos el teletrabajo ha llegado para quedarse. En los reinos de la desconfianza, los empleados volverán cuanto antes a sus puestos de trabajo físicos (en detrimento del compromiso real).

  • Otros aspectos ligados a la experiencia del empleado, y que afectan al compromiso, tienen que ver con la política de compensación, los programas de bienestar (¡el cuidado y la protección de los empleados frente al coronavirus también ha evidenciado hasta qué punto es cierto que “las personas son lo más importante de nuestra empresa”!), la conciliación con la vida personal, la formación y el desarrollo…

Y finalmente, el proceso de desvinculación y salida de la empresa. Desgraciadamente es un tema de máxima actualidad debido a la inminente crisis económica que está afectando a múltiples sectores,  y que está derivando en un aumento de los despidos. De la forma en que una empresa gestiona este crucial momento, va a depender que la reputación como empleador no se vea dañada, minimizar el impacto emocional negativo en los colaboradores y, eventualmente, no cortar el vínculo con los mejores profesionales que quizás, en un futuro puedan regresar a la compañía.

El outplacement o programa de recolocación es una de las mejores herramientas de las que dispone una organización para implicarse en la empleabilidad del talento que abandona la empresa. Te invitamos a que conozcas más sobre esta política cada vez más practicada en las empresas con el post del General Manager de Brandty, Guzmán Martínez: https://brandty.es/talento-valores/que-es-el-outplacement-y-cual-es-su-valor-en-la-actualidad/

El compromiso es un sentimiento mutuo, entre empresa y colaborador, una suerte de vínculo que predispone a las partes a unirse hacia un objetivo común.  A mantenernos unidos en un propósito compartido. Y sí, es el lazo que nos mantendrá juntos, especialmente en la adversidad.

¿Ha pasado tu compañía la prueba del compromiso?

brandty.es

Cristina Mulero

CEO en Brandty

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