Una buena gestión del desempeño abarca varios elementos como: el desempeño de cada trabajador, el desempeño del equipo en conjunto y el desempeño del departamento o la empresa. En este post, vamos a hablar más concretamente a nivel del desempeño del trabajador.
Una de las cosas más importantes a la vez que difíciles en estos tiempos para las empresas, es mantener a los trabajadores con un buen rendimiento laboral. Por ello, es necesaria una buena estrategia para conseguir que los empleados cumplan con sus objetivos y mejoren su productividad, es decir, es necesaria la gestión del desempeño. Pero, ¿qué es y cómo podemos lograrla?
La gestión del desempeño es una de las herramientas que las empresas utilizan para promover el talento entre sus empleados y su objetivo es mejorar la relación y los resultados que los empleados puedan tener, aumentando la motivación y la satisfacción.
Como bien sabemos, la satisfacción y la motivación van directamente ligados a la productividad de cada empleado en su jornada laboral y profesional y, para lograrlas, es necesario incentivarlas. Para ello, es necesario destacar tres pilares clave en la gestión del desempeño: la definición y establecimiento de objetivos con un posible incentivo económico, la realización de un seguimiento y la comunicación jefe-empleado.
TRES PILARES CLAVE EN LA GESTIÓN DEL DESEMPEÑO
- Establecer objetivos: para que los trabajadores tengan claras sus tareas y metas. Con ello, conseguiremos que cada individuo contribuya al éxito de la empresa a través de su desempeño individual. Los objetivos, que pueden ser de diferentes tipos, pueden delimitarse en espacios cortos de tiempo o a intervalos mayores. También sería interesante establecer objetivos a nivel de equipo, a nivel departamental y a nivel de empresa. Otro aspecto interesante en este pilar, podría ser el de establecer incentivos económicos para aquel o aquella que consiga alcanzar sus objetivos individuales. Ello producirá una mayor motivación y, por ende, un aumento de su rendimiento y su desempeño, beneficiando así a la empresa.
- Realizar seguimientos: con ello lograremos que los empleados tengan claro lo que se espera de ellos, si van o no por buen camino o si es necesario reestablecer o aclarar esos objetivos o metas. De este modo, los empleados estarán más seguros de ellos mismos y de las tareas a realizar.
- Mantener y fomentar la comunicación con los empleados ya que, el hecho de proporcionarles un feedback, ya sea para comunicarles áreas a mejorar como para felicitarles por las buenas acciones que realizan, es una manera muy acertada y efectiva de mejorar su rendimiento y su productividad.
EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO
Una vez establecida la estrategia para la gestión del desempeño, es importante evaluarla para comprobar que estamos logrando beneficios con ella. Para ello, normalmente las empresas realizaban una evaluación del desempeño de manera individual con cada empleado en la que evaluaban el logro de los objetivos y su satisfacción, es decir, se realizaba una entrevista personal sobre el logro de sus objetivos. Hoy en día, es más complicado realizar este tipo de evaluaciones ya que esa acción conlleva mucho tiempo y muchas empresas recurren a métodos de evaluación más ágiles como diálogos de crecimiento, feedback 360º, incidiendo en las capacidades a desarrollar, en las fortalezas del trabajador y en sus intereses.
Por último, destacar que lo importante en esta evaluación del desempeño es la persona y no tanto la idea de medición de los resultados. La clave es fomentar la cultura basada en el mérito y en el desempeño, y normalizar el hecho de proporcionar feedback tanto positivo como de mejora o crecimiento a nuestros empleados.
Laura Hernández
Técnico de Selección de Personal en Brandty