La natalidad en España ha experimentado una drástica caída en los últimos años, y muchos atribuyen este fenómeno a que “los jóvenes no quieren tener hijos” o “prefieren disfrutar de su vida antes que formar una familia”. Sin embargo, es importante preguntarnos: ¿cómo es la conciliación familiar hoy en día?La conciliación es una de las grandes incógnitas para los trabajadores españoles, especialmente cuando llegan el embarazo y el nacimiento de los hijos. Para las empresas, abordar este desafío implica no solo una responsabilidad social, sino también una oportunidad para mejorar el bienestar de sus empleados y, por ende, su rendimiento. Aunque se han tomado medidas a nivel institucional, todavía hay muchos aspectos que mejorar.
Medidas de conciliación en España:
El Estado español ha implementado varias normativas para apoyar a las familias durante la etapa de embarazo y crianza de los hijos:- Permisos de maternidad y paternidad: los dos progenitores tienen derecho a 16 semanas de permiso, de las cuales las primeras seis deben ser ininterrumpidas y a jornada completa. Esto busca fomentar la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos.
- Reducción y adaptación de jornada: los trabajadores con hijos menores de 12 años pueden solicitar una reducción de la jornada laboral. También pueden pedir adaptaciones horarias para facilitar la conciliación.
- Prestación por riesgo durante el embarazo y la lactancia: las trabajadoras cuyo puesto pueda suponer un riesgo para su salud o la del feto tienen derecho a esta prestación.
- Permisos retribuidos y no retribuidos: incluyen el derecho a ausentarse por situaciones de urgencia familiar o para asistir a los controles médicos durante el embarazo.
Retos y propuestas de mejora:
Para futuros padres y madres:- Ampliación de permisos retribuidos: extender la duración de los permisos, especialmente en casos de partos múltiples o complicaciones de salud.
- Inversión en infraestructuras de cuidado infantil: aumentar el número de plazas públicas en guarderías y ofrecer ayudas a familias sin redes de apoyo cercanas.
- Facilidad en el acceso a ayudas: simplificar los procedimientos administrativos para que las familias puedan obtener las ayudas sin problemas burocráticos.
- Subvenciones y beneficios fiscales: ofrecer incentivos fiscales a las empresas que implementen políticas de conciliación, como deducciones fiscales o ayudas para cubrir servicios de guarderías, programas de formación o flexibilización laboral.
- Facilidades para el teletrabajo: promover herramientas digitales que permitan el trabajo remoto, de modo que los pequeños negocios o autónomos puedan gestionarlo sin grandes inversiones.
- Reconocimiento y certificaciones: crear distintivos para reconocer a las empresas que implementan buenas prácticas de conciliación, mejorando su reputación y atrayendo talento.
El papel de las empresas en la conciliación:
Las empresas tienen una gran responsabilidad en facilitar la conciliación, más allá de cumplir con las medidas legales. Algunas de las acciones que pueden llevar a cabo son:- Flexibilidad horaria y teletrabajo: permitir que los empleados adapten su jornada laboral y ofrezcan opciones de teletrabajo, facilitando así el equilibrio entre trabajo y familia.
- Programas de acompañamiento: ofrecer asesoramiento a los futuros padres, organizar talleres de gestión emocional y crear programas de formación para la reincorporación laboral tras la baja.
- Espacios y servicios de apoyo: algunas compañías cuentan con guarderías o acuerdos con centros educativos para facilitar la logística diaria de las familias.
- Planes de igualdad y cultura organizacional inclusiva: fomentar un entorno donde la conciliación sea considerada un derecho, no un privilegio, y donde no exista estigmatización por hacer uso de estas medidas.
Beneficios de la conciliación:
Los beneficios de invertir en conciliación son claros y afectan a todos los niveles:- Para los empleados: mejora el bienestar, reduce el estrés y facilita el desarrollo personal y profesional equilibrado, lo que contribuye a una mejor calidad de vida.
- Para las empresas: disminuye el absentismo, refuerza la lealtad y motivación del personal, y mejora la imagen corporativa, convirtiéndose en una empresa más atractiva para el talento.
- Para la sociedad: la conciliación promueve la igualdad de género y contribuye a un desarrollo económico más sostenible, al reducir la brecha laboral y fomentar una mayor participación de las mujeres en el mercado de trabajo.