Los cambios organizaciones y nuevas metodologías de trabajo, son herramientas muy útiles que ayudan a mejorar las adaptaciones a cambios laborales y sociales.
En un mundo globalizado y en constante cambio, se necesita inicialmente una declaración de intenciones a nivel estructural y aplicar una estrategia que implante proyectos de actualización y reciclaje continuo en la organización.
Dicho de otro modo, la evolución empresarial liga a los empleados, responsables y direcciones en el crecimiento de todos sus miembros, mejorando métodos de trabajo y el valor ético en el desarrollo humano.
¿POR QUÉ ES NECESARIA LA FORMACIÓN EN LOS CAMBIOS ORGANIZACIONALES?
Obviamente la palabra “cambio” genera una intuición de nuevo aprendizaje, pero el aprendizaje debe ser eficiente y para ello debemos de contar con un líder formativo que realice el acompañamiento a todos los miembros de la organización, que obtengan una formación plena y aplicable a la metodología y estrategia establecida por la organización.
El líder formativo tiene una tarea muy complicada, ya que las personas por naturaleza son reacias al cambio y más cuando los cambios requieren realizar funciones totalmente distintas a las anteriores. Por ello, os facilitamos cómo debería de ser ese líder, qué perfil o estilo formativo desempeñaría a su cargo.
¿CUÁL ES EL PERFIL DEL LÍDER FORMATIVO?
El líder formativo trata de un perfil con alta dedicación y predisposición a las personas (vocación), meticuloso y con tacto a la hora de descubrir las debilidades y fortalezas de cada uno de ellos. Para que su liderazgo sea influyente, el formador necesita hablar sobre él mismo mostrando sus fortalezas y debilidades de la misma forma que los asistentes, establecer altos estandartes de desempeño y, sobre todo, exponerse y ejemplificarse en primera persona. Su roll deberá ser imparcial sin declinarse entre las opiniones de los equipos y con una alta capacidad de atraer la atención de estos.
Y, … ¿CUÁLES DEBERÍAN DE SER SUS COMPETENCIAS PARA LIDERAR EQUIPOS FORMATIVOS?
A nivel general, las competencias de un líder formativo son similares a las del propio líder de equipos, ya que las habilidades comunicativas, resiliencia y ejemplaridad, son competencias naturales que cualquier líder deberá de disponer para poder liderar de forma integral. Por tanto, las competencias de un líder formativo son:
- La comunicación, es la herramienta principal necesaria de las habilidades de liderazgo.
- La escucha activa, no es suficiente comunicarse; hay que transmitir y escuchar a todos los miembros sus inquietudes.
- Transmisión de la información objetiva, consiste en hacer ver a los integrantes por qué se aplican nuevos cambios, la importancia y el beneficio que genera en ambas partes.
- Capacidad para influenciar, las personas, en general, suelen comprender los cambios cuando de una forma cercana el formador expone su propia experiencia y situaciones reales en las que los oyentes pueden sensibilizarse con el proyecto.
- Ser partícipe en los objetivos, no es suficiente influir verbalmente o a nivel imaginativo, hay que demostrar de una forma tangible las formaciones aplicadas, el objetivo y el alcance. Siempre teniendo en cuenta el beneficio personal.
- El acompañamiento y reconocimiento, es un pilar fundamental y que hará que las formaciones sean efectivas y que sean transmitidas al empleado formado, haciéndole ver la mejora, el crecimiento y la evolución personal a raíz de la formación. Incentivará a futuras formaciones o adaptaciones de los empleados, y atraerá a los empleados más reacios al cambio.
En definitiva, el líder formativo debe de reunir una naturaleza real en la comunicación, mostrar de forma visual el beneficio del empleado y, para que sea influyente a los equipos en formación, deberá de “bajar al barro” para que sea creíble en el equipo. Y, por último y no menos importante, el reconocimiento del cambio enorgullece al líder, empleado y por supuesto, a la organización.
Javier Ortiz Titos
Técnico de Selección en Brandty