“En estos momentos de crisis las dos dimensiones más relevantes de la reputación de la empresa son:
Los resultados financieros (estabilidad)
Entorno de trabajo (como la empresa trata a sus empleados. Este pasa a ser un grupo de interés de mayor relevancia en estos momentos…)”
ASPECTOS FUNDAMENTALES EN LA REPUTACIÓN CORPORATIVA TRAS EL CORONAVIRUS
Lo expuesto más arriba corresponde a un estudio llevado a cabo por una de las consultoras más importantes en reputación corporativa, durante las primeras semanas del estado de alarma provocado por la crisis sanitaria. En dicho estudio, se ponía de manifiesto que en esta etapa, de la que ahora apenas comenzamos a salir, la reputación como marca, corporativa y/o empleadora, dependía de forma extraordinaria, de las medidas que las empresas estaban adoptando para proteger y cuidar de sus empleados. En este sentido, el estudio apuntaba hacia tres aspectos fundamentales, que estaban en relación directa con la imagen de la empresa frente a la sociedad:
- Dar prioridad a la salud, la seguridad y la higiene en el entorno laboral.
- Atender al estado emocional de los colaboradores y comunicar con transparencia.
- De cara a la comunicación externa, evitar el oportunismo y ofrecer contenido informativo y relevante.
Sería bastante coherente afirmar que estas premisas comentadas en el párrafo anterior, seguirán teniendo un alto impacto a lo largo de este 2020 y muy probablemente en 2021. La desescalada y la entrada en la “nueva realidad” sigue incluyendo la necesidad de seguir adoptando medidas de prevención y de preservación de la salud, a fin de evitar rebrotes y una nueva y descontrolada propagación del virus.
A lo largo de estos últimos tres meses hemos podido escuchar todo tipo de posiciones respecto a esta cuestión; desde empresas que se han tomado muy en serio la salud de sus empleados y la han priorizado por encima de cualquier otra cuestión, y otras, en la que los empleados han protestado por la falta de medidas de protección frente al coronavirus, e incluso, han denunciado prácticas abusivas o situaciones de ilegalidad.
Los ERTEs y las medidas para proteger el empleo y la viabilidad de las empresas, son, sin duda, otro de los aspectos críticos en relación a la imagen y a la reputación de la marca empleadora. Un tema complejo que también las compañías han de analizar con calma, valorando todas las opciones al alcance para minimizar al máximo el impacto negativo que pueda derivarse de situaciones de despido posteriores. Una herramienta como el outplacement o recolocación puede resultar útil para contribuir a mejorar la empleabilidad del colaborador que se marcha, por un lado, y reforzar la imagen de empresa comprometida con el talento en cada una de sus fases, por otro.
…. ¿Y CÓMO SERÁN, ENTONCES, TRAS EL CORONAVIRUS, LAS MEJORES EMPRESAS PARA TRABAJAR?
Sin duda, los atributos que compartirán las mejores organizaciones para trabajar y que, por tanto, atraerán y fidelizarán al mejor talento son:
- Éticas.– Como muy bien dice el filósofo y experto en educación, José Antonio Marina, “la ética es el modo más inteligente de vivir” y una empresa, como “organismo vivo” debe plantearse esta cuestión. En un entorno de hipertransparencia e hiperconexión como en el que vivimos, las empresas son escudriñadas en sus actuaciones más que nunca. El compromiso con unos valores, la aportación a la sociedad más allá del producto o servicio (valor compartido), un auténtico compromiso con causas o necesidades sociales (como ha ocurrido durante la pandemia) y la visibilidad del CEO (“CEO activismo”) serán condición necesaria para considerar a una empresa como un lugar atractivo para trabajar.
- Con propósito.- Tal como nos enseñó Simon Sinek, toda empresa necesita encontrar su “para qué” si quiere permanecer en el “juego infinito”, es decir, perdurar en el tiempo adaptándose a los cambios, pero sin perder su esencia, su para qué. ¿Para qué o por qué existimos? Cuando una empresa puede responder a esta cuestión, además de indicar qué hace y cómo lo hace… es porque posee un propósito.
- Saludables.- Esta tendencia se consolida ahora con más fuerza y velocidad que nunca. No solo se trata de prevenir y cumplir la ley, sino que además podemos contribuir a crear entornos tónicos promoviendo hábitos saludables entre nuestros colaboradores, diseñando espacios de trabajo que favorecen la salud física y atendiendo a la salud emocional y psicosocial de los equipos (atención al estrés, flexibilidad y conciliación, teletrabajo..).
- Sostenibles.- Hemos comprobado que el “planeta respira mejor” cuando la actividad empresarial y la huella humana se reducen. La emergencia climática pasar de ser una “verdad incómoda” a un reto del que ya todos nos sentimos parte. ¿Cuál es nuestro compromiso como compañía? ¿En qué medida vamos a contribuir a revertir los efectos nocivos sobre la madre naturaleza?
- Sociales.- “Empresas con rostro”… aquellas empresas cuyos líderes y colaboradores están visibles y comparten de forma abierta, clara y honesta con las distintas audiencias en los medios sociales, conectan mucho más con su público objetivo, aumentan su notoriedad y, por ende, resultan mucho más atractivas, especialmente entre la generación más conectada de la historia: Millennials y Centennials.
- Reputadas.-Entendiendo que la reputación de la empresa se hace extensiva a la reputación del CEO y del resto de colaboradores, especialmente aquellos con más responsabilidad. La marca personal de los directivos será cada vez más importante y será un activo esencial en el “capital atractivo” de una compañía, también con lugar para trabajar.
- Y por último, y no menos importante, si acaso más, está el liderazgo. No un liderazgo cualquiera. Hemos visto que, en momentos de crisis y gran incertidumbre, el líder humano, humilde, transparente y que es capaz de establecer una visión a pesar de los difíciles momentos y de no tener todas las respuestas, es el que nos ha conquistado y ha logrado generar el vínculo más poderoso que existe entre las personas; la CONFIANZA.
En estas empresas será en las que el talento deposite su máxima confianza. ¿Eres una de ellas?
Cristina Mulero
CEO en Brandty