En el mundo de la consultoría de Atracción de Talento, cada día aparecen nuevos profesional, y por ende la competencia va en aumento. Por lo que triunfar es todo un reto, y por ello no debemos seguir realizando lo mismo día tras día, sino todo lo contrario. Debemos adaptarnos y ser ágiles en un mundo como el actual, en un mundo VUCA, Volatility (Volátil), Uncertainty (Incierto), Complexity (Completo) y Ambiguity (Ambiguo). Donde además nos encontramos con profesionales y empresas cada vez más exigentes, por lo que estamos obligados a marcar la diferencia en los servicios que ofrecemos. Si no somos conscientes de ver esta situación y actuar ante ella, seremos una consultora de Atracción de Talento más, lo que no nos garantizará la fidelización de las empresas.
Para garantizarnos esto, y que tanto organizaciones como profesionales hablen bien de nuestros servicios y nos reconozcan por nuestro trabajo, debemos aprender una cosa: hay que trabajar con pasión, hay que ser constante, hay que saber adaptarse, pero sobre todo hay que ser DIFERENTE.
La diferencia, es lo que te permitirá mayor reconocimiento y por ello mayor cantidad de clientes “al cuadrado”. Cuando me refiero a este concepto, es porque en la Consultoría de Atracción de Talento no solo tenemos como clientes a las Empresas, si no que debemos tener en cuenta que los candidatos son también un “cliente” y como tal hay que tratarlos. Y por ello, ambos son igual de importantes para el futuro y el posicionamiento de la Consultora.
Sí, ambos importantes, y os preguntaréis, ¿por qué son iguales si uno es el cliente que ha contratado nuestros servicios y el otro no?
Pues bien, el Cliente-empresa, que puede ser de dos tipos, el que nos conozca y quiera volver a trabajar junto a nosotros por sus anteriores experiencias, o el que no nos conozca, sea un nuevo cliente y quiera conocer nuestra forma de trabajar. Aun así, no debe existir ninguna diferencia de trato entre uno y otro. Debemos trabajar con todos por igual, ofreciendo máxima implicación en su proyecto, siendo humanos y hablando en todo momento con sinceridad.
Por otro lado, está el Cliente-Candidato, que también puede ser nuevo, o puede haber tenido anteriormente contacto con nosotros. En ambos casos, la experiencia que vivan con nosotros en los procesos de selección puede beneficiarnos o perjudicarnos. Es lo que hoy día se conoce como “candidate experience”. Para evitar que dicha experiencia sea negativa, siempre hay que velar por los intereses de los profesionales, no haciéndoles perder el tiempo, no engañándolos, y sobre todo siempre manteniéndolos informados de los avances del proceso y de su estado en ellos.
Con ello, os quiero explicar porque los Clientes “al Cuadrado” son tan importantes en el campo de la Consultoría de Atracción de Talento, pues bien, como sabéis y habéis oído decir muchas veces, “el mundo es un pañuelo o la vida da muchas vueltas”, y es totalmente cierto. Un cliente-candidato feliz hoy, puede volver a serlo mañana, o incluso puede hablar de nosotros a sus amigos, familiares…y hacer que nuestra comunidad de Talento aumente, o incluso que se convierta en un cliente-empresa en un futuro. Ya que un profesional que está contratado en una organización hoy, puede que mañana sea el dueño de una empresa y necesite nuestra ayuda.
Pero esto, no solo pasa en la Consultoría, si no que se extrapola a todos los sectores. Además el alcance que hoy alcanza cualquier mensaje sobre la experiencia de cliente es mucho mayor debido principalmente a las Redes Sociales; Por poner un ejemplo sencillo, imagínate y ponte en situación de un candidato, que acaba de tener una mala experiencia con una Consultora… Puede que la critique en redes sociales y el alcance sea tremendo, puede que lo haga dentro de su círculo de amigos o incluso que conozca o tengo influencia con empresas y nos dañe la reputación. Esto puede equivaler a una gran pérdida de clientes “al cuadrado”. Puesto que cuando llamemos a un candidato no confiará en nosotros y no querrá participar en nuestros procesos de selección por lo que ha oído, o que las empresas no nos llamen para trabajar junto a ellos. Por ello, debemos trabajar con la máxima implicación posible, adaptarnos al entorno y ofrecer lo que los clientes quieren, pues consultoras hay muchas pero lo que debemos conseguir es que sea la única, sea la mejor, y sea diferente.
En conclusión, debemos tener siempre en mente que trabajamos y tratamos con personas constantemente. Y que si para triunfar, ganar reconocimiento y posicionarnos hay que esforzarse más, implicarse más, y estar continuamente innovando y creando formas nuevas y diferentes de trabajar, pues debemos hacerlo.
Beatriz Martínez
Consultora en Brandty