Porque no basta con tenerlo escrito, hay que ponerlo en práctica
En un momento en el que la mayoría de las organizaciones ya han definido su propósito corporativo, surge una pregunta clave: ¿lo estamos viviendo realmente o solo comunicando?
En Brandty creemos que el propósito debe ser una brújula que oriente la toma de decisiones, la gestión del talento y el rumbo estratégico de la empresa. No basta con que esté redactado y publicado. Debe convertirse en una herramienta viva que dé sentido al día a día.
¿Qué es un propósito operativo?
El propósito operativo es aquel que se traduce en acciones concretas. Aterriza en la forma en que lideramos, cómo seleccionamos talento, qué tipo de proyectos aceptamos y cómo nos relacionamos con nuestros equipos y clientes.
Algunas señales de que el propósito es más que una declaración:
- Se integra en los procesos de selección, evaluación y desarrollo.
- Está presente en las decisiones estratégicas, incluso cuando implican renunciar a oportunidades.
- Las personas saben cómo su trabajo contribuye al propósito global.
- Existe coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
La incoherencia cultural: un riesgo silencioso
Cuando el propósito se comunica, pero no se vive, genera desconfianza interna, pérdida de compromiso y una cultura ambigua. En Brandty lo llamamos incoherencia cultural, y es uno de los factores que más afectan al clima laboral y la fidelización del talento.
Por eso, convertir el propósito en una práctica real es clave para construir culturas sólidas y sostenibles.
¿Cómo activar el propósito dentro de la organización?
Desde Brandty acompañamos a las empresas en este proceso a través de tres líneas de acción principales:
- Coherencia entre propósito, valores y comportamientos
Analizamos si lo que se comunica está alineado con lo que se vive en el día a día. Una cultura sólida parte de esa coherencia. - Procesos alineados con el “para qué”
Revisamos cómo se refleja el propósito en los procesos clave: selección, onboarding, liderazgo, comunicación interna o evaluación del desempeño. - Escucha activa y participación
El propósito no se impone, se co-construye. Involucrar a las personas en su diseño y evolución favorece el compromiso y la conexión emocional con la organización.
¿Y tú? ¿Estás viviendo tu propósito… o solo comunicándolo?
Convertir el propósito en una herramienta de gestión no es solo una cuestión de reputación. Es una palanca real para atraer, fidelizar y desarrollar talento, generar confianza y construir organizaciones con sentido.
Porque cuando el propósito se convierte en acción, las personas lo notan, lo viven y lo multiplican.
¿Quieres saber si tu propósito está alineado con tu cultura?
En Brandty podemos ayudarte a identificar el grado de coherencia entre lo que dices y lo que haces, y a activar un propósito que marque la diferencia.
👉 Contacta con nuestro equipo y démosle valor real a tu “para qué”.
Guzmán Martínez
Director General Brandty
www.brandty.es